El despertar de Alexander 2ª parte.

Alex, pensó que la noticia no era relevante, así que siguió poniendo al día el papeleo que Brian Irons le había entregado. Un compañero de cubículo, se le acercó. -Oye Alex, hay un periodista fuera, intentado encontrar al feje, ¿Por que no vas a decirle que se marche?. - Le dijo su compañero, Max. Alex resopló con agotamiento, se levantó y fué a la sala de espera, donde un hombre joven, con el pelo castaño recogido en una coleta, andaba nerviosamente de un lado para otro de la sala. -¿Que busca, señor?. -Le preguntó Alex educadamente, el periodista, sacó los ojos de las orbitas y fué corriendo hasta el. -¡Necesito hablar con Brian Irons, es urgente!. - Le dijo muy nervioso, Alex le hizo un gesto para que se calmara. -¿Puede decirme su nombre por favor?. -Le preguntó, el perdiodista sacó del bolsillo de su camisa blanca remangada una libretita y la volvió a guardar, completamente nervioso y fuera de si. -Me llamo Ben... Ben Bertolucci. Es urgente, tengo información importantisima que debo hacerle saber a su jefe. - Le grito desquiciado. -Está bien, mire, puede ir al hall principal, y digale a la señorita sentada junto al monitor, Lissa, que le haga saber a Brian Irons que usted está aquí. Que tenga un buen día, ahora si me disculpa tengo cosas que hacer. - Le dijo Alex con apremio y se marchó por donde vino, al volver a su cubiculo, su compañero, Max, le miró con una preocupación que no había visto nunca reflejada en sus ojos. -¿Que ocurre?, ni que hubieses visto un muerto viviente. -Bromeó Alex, Max, miró en derredor por si alguien les podía escuchar y se le acercó disimuladamente, en un susurro casi ininteligible, Alex escuchó: <>. Pensaba que se trataba de una broma, pero al recordar que Max nunca había bromeado, pensó que no ocurriría nada por salir a tomar un poco el aire.

Al salir al exterior, comprendió que algo no iva del todo bien. Las calles estaban mas vacías de lo normal, algunos contenedores de basura estaban desparramados por el suelo, y había un extraño silencio; no escuchaba los motores de los coches, ni el murmullo de la gente hablar o caminar. Recordó entonces lo que le dijo su ex novia, y no tardó entonces en comprender que definitivamente algo estaba apunto de suceder, y su vida corría peligro. Echo a correr inmediatamente a su piso, los ascensores no funcionaban, así que subió por las escaleras. Al llegar a su planta, entre jadeos y con el pulso acelerado, abrió la puerta a toda velocidad y se encerró dentro. Buscó su telefono movil entre los cajones desordenados, y trató de llamar a su ex novia, pero tenía el telefono comunicando. Sacó su pistola reglamentaria de una pequeña caja metalica en el armario, y la guardó en la funda de sus pantalones. Fue entonces cuando sucedió... fue entonces, cuando lo escuchó... aquel grito que hizo que se asomara por la ventana, y con espanto, descubriera la horrible verdad que cambiaría desde ese momento el resto de su vida.

En la calle, no muy lejos de su edificio... una mujer sollozaba en el suelo mientras otra mujer, con aspecto desaliñado, y muy sucio, trataba de morderle y golperalra. Pensó que si bajaba rapido podría ayudarle, pero su pensamiento se esfumó de golpe al ver como un pequeño grupo de tres hombres, en las mismas condiciones que la mujer agresora, salían de distintos rincones de la calle, y se avalanzaban sobre la mujer agredida en el suelo... Alex solo pudo distinguir entre el bulto que formaban los cuatro atacantes, como desmembraban a la mujer y empezaban a comersela... recordó al instante la noticia que había escuchado en la radio, y se echó las manos a la cabeza. Poco a poco, empezó a salir gente similar de todas partes, poblando las calles y se sintió acorralado, sin salida. Una vez reaccionó, metió en el bolsillo de los pantalones los dos cargadores para la pistola que tenía, y pensó que lo mejor sería subir a la azotea, donde podría llamar a emergencias para pedir auxilio hasta que llegaran a rescatarle, y su telefono comenzó a sonar en ese preciso instante dandole un susto de muerte... tardó en cogerlo, respiró profundamente, y lo descolgó. La voz de su ex novia salió al otro lado, con un mensaje corto y contundente: -"Alex, tienes que ir al edificio principal de Umbrella, te espero allí" -la comunicación se cortó, dejó caer el telefono al suelo, y se armó de decisión, llegaría allí costara lo que costara.