Alexander's Inferno

>> Solo tengo clara una cosa: "He de llegar a la oficina principal de Umbrella y asegurarme de que Ariadna está bien". Me va a costar, tendré que entrar en combate... y tendré que matar sin pensarmelo dos veces...

Alex lo tenía claro... tenía que llegar hasta allí como fuese. Para ello tendría que llegar primero a la fabrica, y desde allí, acceder a los labortarios subterraneos de Umbrella, información que Ariadna le había pasado cuando eran pareja. Debía andar hacia el norte hasta llegar a la fabrica, junto al parque de Raccon City, y una vez allí podría acceder al subsuelo desde donde podría entrar en los laboratorios de Umbrella. No lo pensó más, abrió la puerta de su piso y comenzó a descender por las escaleras. El edificio tenía problemas electricos y la luz iva y venía, dandole un aspecto siniestro, iva con la pistola en la mano, preparado para abrir fuego contra lo primero que se le pusiera por delante en plan amenazante. Cuando iva a salir del portal del edificio, el portero, un hombre amable y no mas de 40 años, con una constitución fuerte por haber sido soldado en su juventud, le silvó con cautela desde una esquina oculta con trastos en el portal. -¡ Eric, me has asustado!. - Le dijo Alex con un tono de regaño. - Lo siento, no quería alarmarte mas por precaución a que me pegaras un tiro. No se que está pasando pero no estamos a salvo aquí. - Le explicó Eric en voz baja. -Si tienes razón, aqui no estamos a salvo, tengo intención de ir a las instalaciones de Umbrella, conozco alguien allí dentro, estoy seguro de que estaremos a salvo allí. ¿Quieres venir conmigo?. - Le preguntó Alex, mientras Eric salía de su escondite, con un bate de beisbol en la mano. -Claro, no pienso quedarme aquí solo a esperar que esos canibales me coman vivo, juntos tenemos mas posibilidades de sobrevivir. -Dijo Eric con contundencia, observó la pistola de Alex y arqueóo una ceja. -¿Piensas aguantar con los cargadores que lleves?, creo que vamos a tener que hacer una parada en la tienda de armas Kendo, y hacernos tanto con munición como con un arma para mi, no creo que llegue muy lejos con este bate. -Añadió Eric, Alex miró su pistola y asintió con la cabeza. Abrieron la puerta, y caminaron mirando a todas partes, veían como aquella gente, caminaba con torpeza y lentitud, fueron a paso ligero evitando pasar demasiado cerca de ellos, hasta llegar a la puerta de la tienda Kendo, aporrearon la puerta, y el dueño se asomó con cautela, al ver que no eran como los demás, les abrió la puerta. -¿¡ Que diablos pasa en esta ciudad !?. -Dijo exaltado cerrando la puerta con llave. -Ni idea.- Dijeron Eric y Alex al mismo tiempo. -Necesitamos un arma de fuego y munición. -Le dijo Alex, el dueño pareció dudar por un momento, pero finalmente accedió, le entregó a Eric una escopeta recortada, y le dió a Alex tres cargadores de munición para su pistola, y a Eric, le vació en una cajita la mitad de los cartuchos de escopeta que tenía. -Creo que con esto será suficiente, ¿Que pensais hacer?. -Les preguntó, Eric miró a Alex cruzado de brazos. -Vamos a ir a la fabrica, desde donde podremos acceder a los labortarios de Umbrella, allí estaremos a salvo. -Dijo Alex con rotundidad, el dueño de la tienda, hizó la señal de la cruz en su pecho. -Espero que lo consigais, ya he tenido que abatir a unos cuantos que se acercaron demasiado a la tienda... parece que las balas no les hacen daño, después de mucho dispararles, descubrí que la forma mas rapida de matarlos es dispararles a la cabeza, o arrancarsela. -Les advirtió el dueño de la tienda, Alex y Eric asintieron agradecidamente. -Bueno, no queremos tardar mas de lo necesario, tenemos que irnos, muchas gracias por la ayuda, ¿No quiere acompañarnos?. -Le preguntó Eric. -No, yo no voy a ninguna parte, aguantaré aquí tanto como pueda, escapad vosotros que ahora podeis. -Les dijo, sacó el manojo de llaves del pantalón y les abrió la puerta, les dedicó una última sonirsa demacrada como despedida antes de volver a cerrar. Corrían tanto como podían, pasando tan lejos como les era posible de aquellos seres para no abrir fuego innecesariamente. Al pasar por un parking, vieron como algunas partes de la ciudad, ardían, como algunos coches estaban estrellados y llenos de sangre por todas partes, cadaveres por el suelo, gritos de fondo, y un montón de basura por todas partes... Eric y Alex se miraron, no les hizo falta decirse nada, para saber que estaban en el mismisimo infierno. Probablemente no encontrarían supervivientes... y no podían asegurar su supervivencia durante un tiempo ilimitado... estaban viviendo, con toda probabilidad, sus ultimos momentos...