El despertar de Alexander.

El piso pequeño de Alex, tenía cierto encanto acogedor, pero las dos últimas semanas, Alex se había dedicado a beber y beber, sin abrir ventanas, sin limpiar nada... el ambiente viciado del piso era insoportable para cualquier persona que entrara, pero para el era algo habitual y lo aguantaba bastante bien. Se pasaba las horas mirando la foto de su ex novia Ariadna, lloraba atormentado por lo insoportable que le resultaba la idea de que la mujer que amaba, le hubiese dejado sin ningun motivo... sin haberle dado explicaciones.

Dia 28, Agosto. 6:17 AM. 1998.

Alex dormía profundamente, el piso estaba practicamente en silencio y no entraba ningún ruido del exterior... solo se escuchaba el tic-tac del reloj. (Pom pom pom), empezaron a llamar a la puerta. Alex seguía durmiendo y la puerta sonaba cada vez con mas frecuencia y fuerza, al no haber respuesta por parte de Alex, la persona que llamaba, gritó desde el rellano: ¡¡ Alex !!. El grito fué tan fuerte y sordo que al romper el silencio del piso, Alex se sobresaltó y cayó de la cama golpeandose la frente con el suelo, el dolor que sintió le devolvió a la realidad. Tardó un poco en reaccionar, se levantó con pesadez y fue hacia la puerta, la abrió con lentitud y frotandose los ojos dijo: -¿Quién es, que quiere?. El corazón se le encogió al ver a su ex novia plantada en el rellano, se miraron a los ojos durante unos segundos que parecieron eternos. Los recuerdos y pensamientos de Alex viajaban a toda velocidad por su mente, se hacía cientos de preguntas a las que no quería dar respuestas el mismo. Ariadna hacía lo mismo hacia Alex, finalmente Ariadna sonrió y le dijo: -Hace mucho tiempo ya Alex... ¿Cómo te ha ido?, estás hecho un asco. Alex soltó una pequeña carcajada y se cruzó de brazos. -¿Cómo es que estás aquí?, no esperaba volver a verte después de que te marcharas por culpa de tu trabajo, y mucho menos después de haber dejado claro que no te interesaba lo mas minimo y que lo nuestro había sido un tremendo error.- Le dijo Alex con algo de ira en el tono de voz, Ariadna miro a Alex con complicidad, y agachó el rostro, con voz de culpabilidad y arrepentimiento, le dijo: - Alex, aunque hubiese querido estar contigo, cosa que aún deseo, no podría. Sabes que tengo un trabajo que me requiere la mayor parte del tiempo, y no quería que sufrieses mas por estar conmigo. Además tu trabajo como policía tampoco te permitía estar mucho tiempo en casa conmigo cuando yo no trabajaba, así que nuestros trabajos, dinamitaron en parte nuestra relación como muchas otras. Pero ese no es el verdadero motivo, estoy aqui para decirte algo muy muy importante, y tienes que escucharme atentamente. - Le dijo mirando a ambos lados para asegurarse de que nadie pasaba por allí. Alex, confundido, esperó a que le contara aquello tan importante que tenía que saber, Ariadna aclaró su garganta, y bajando el tono de voz, le dijo: -Dentro de muy poco tiempo, algo muy malo va a ocurrir en la ciudad, tienes que irte tan pronto como puedas. -El silencio los envolvió durante unos segundos, y Alex... estalló en risas. -¿Después de tanto tiempo, ahora vienes para decirme que me vaya de la ciudad por que algo malo va a pasar?. -Dijo con ironía. Ariadna, dió un taconazo en el suelo como señal de que estaba enfurecida por no haberla creido. -Maldita sea Alex, tienes que creerme, no vendría aqui despues de tanto tiempo para decirte esto si no fuese peligrosamente cierto.- Alex le miró con frialdad, dio un paso hacia ella y le dijo: -Sea o no cierto, no voy a marcharme de aqui, tu puedes irte donde quieras, pero he establecido mi vida en esta ciudad, y nada ni nadie me va a sacar de aquí. -Ariadna, comprendió que nada le iva a hacer cambiar de opinión, sacó de su bolso una pequeña tarjeta y se la entregó a Alex. -Ésto puede que te ayude en algún momento, no me preguntes de donde la he sacado. Huye tan pronto como puedas de aquí, no te fies de nadie, absolutamente de nadie. -Le dijo Ariadna, Alex cogió la tarjeta y miró la inscripición del reverso: "Umbrella Corporation". La guardó en su bolsillo; Ariadna se acercó a el, y le dió un beso en la mejilla. -Cuidate. - Le dijo, y se marchó, Alex suspiró con pesadumbre y entró en su habitación para cambiarse, en media hora tenía que estar en la comisaría.

Día 28, Agosto. 6:47 AM. 1998.

La mañana traía consigo junto a los primeros rayos de sol un aire fresco, renovado. Alex sentía que cada vez que respiraba un poco de vida entraba en el. Pidió un café y un pastelito en una tienda junto al sastre Aruka para desayunar por el camino. Una vez llegó a la comisaría, su feje, Brian Irons le esperaba en la entrada con unos documentos en la mano y parecía estar de muy mal humor. -Buenos dias feje. -Le dijo Alex con tono amistoso. -Buenos dias para el que los quiera, yo tengo un muy mal dia, ten, quiero que pongas al día todo este papeleo. -Le dijo con autoridad, mientras se marchaba. Alex rió para si mismo, pensaba que los mosqueos de su feje eran muy divertidos. Alex se acercó a su cubiculo, soltó los informes sobre la mesa, y encendió la radio:

>> Cada vez son mas los casos de gente atacada por causas de canibalismo aparante o desaparecidos en las afueras de Racoon City, los informes se les amontonan a los agentes de policía del departamento de Racoon City y el jefe del departamento Brian Irons se niega a hacer declaraciones al respecto.